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THEODORE STURGEON


Una de las primeras tareas que tiene aquel que desea aprender consiste en buscar un maestro. Aquel quien le brinde conocimiento, sabiduría, un camino y una meta. Como escritor encontré en Theodore Sturgeon a mi primer y mas admirado maestro.

“Estaba hermoso en la cama de ella.
Cuando hay interés, cuando hay amor, cuando se atesora a alguien, puede contemplarse al amado dormido como se contempla todo, cualquier cosa: su risa, sus labios fruncidos, una mirada incluso ausente; una zancada, el sol enredado en un mechón de pelo; una bufonada o un gesto: incluso la inmovilidad, incluso el sueño”.
(Sturgeon Theodore, “Cuando hay interés, cuando hay amor”; Lo mejor de Fantasy & Science Fiction. Ediciones Martínez Roca, España, 1976)
La mejor manera de conocer un escritor es a través de su obra, la única manera de hacerle justicia a un maestro como Theodore Sturgeon sería por medio de sus cuentos y novelas; estas dicen más de lo que yo podría decirles. El párrafo de arriba es el inicio del relato corto con el cual empieza el libro, fue mi primer vistazo al genio de Sturgeon. Es un gancho eficaz: plantea una situación física y emocional, dos personajes, una tensión narrativa y sugiere otras muchas situaciones.
Como ya mencione en “Un inicio y presentación” el primer libro de ciencia ficción que llego a mis manos fue “Lo mejor de Fantasy & Science Fiction” y curiosamente no fue el primer cuento, “Cuando hay interés, cuando hay amor”, por el que empecé a leer. Primero leí a Leiber, Bradbury, Asimov y Anderson antes de darle la oportunidad al cuento con titulo meloso e inicio poético; como disculpa diré que a los catorce años era un chico pre juicioso sobre el romanticismo; la acción y la aventura me atraían más.
Conforme proseguí leyendo me vi atrapado por una historia que me condujo de asombro en asombro, Desde la incursión del protagonista en una casa de ensueño, donde conoce a la heredera de una familia inmensamente rica, una chica decidida que no encuentra obstáculos infranqueables para lograr lo que quiere, incluso vencer la repentina e injusta muerte de su amado. Al terminar el relato, uno queda con esa sensación que solo la literatura fantástica puede lograr: ¿Es posible que uno haya vivido equivocado y que lo improbable sea una realidad? Había caído en las manos de Sturgeon.


No deja de ser injusto que el gran público desconozca a uno de los mejores escritores que dio la literatura estadounidense en el siglo 20.
Theodore Sturgeon (1918-1984) nació bajo el nombre de Edward H. Waldo Desarrollo su carrera durante la llamada época de Oro de la Ciencia Ficción Norteamericana, destacando de sus contemporáneos por una narrativa más enfocada a las emociones y psicología, dándole énfasis a los conflictos humanos sobre la parafernalia propia del género.
El merito no es menor, pues los escritores de ciencia ficción de su época se afanaban por escribir según los cánones de John Campbell, director de la revista Astounding, el cual consistía en que todo relato debía ser científicamente factible, lo cual en algunos casos producía relatos demasiado técnicos. En septiembre de 1939 publica “Respirador de éter”; su primer relato de Ciencia Ficción en la revista Astounding.
Judith Merril menciona en la semblanza de Theodore Sturgeon que acompaña su relato (Op. Cit.), algunas claves acerca del estilo de su maestro: “La belleza es un estado mental compuesto de armonía y/o contraste con el entorno de la cosa bella… El entorno no tiene que ser concreto, pero tiene mucho que ver con los reflejos del espectador.”
Ejemplo perfecto de esta combinación de contradicciones es el relato: “Las manos de Bianca” (Sturgeon Theodore; La Fuente del Unicornio, Plaza y Janes Editores, Colección Mundos Imaginarios, España 1999) La historia de dos preciosas y perfectas manos que viven pegadas al cuerpo deforme e inútil de Bianca, y el amor obsesivo de un joven por ellas. No es un relato con final feliz, de hecho es uno de los mas estremecedores.
Otro punto que Judith Merril menciona es el mecanismo básico para crear un argumento: “Se empieza con un personaje, dotado de una personalidad de trazos fuertes, incluso dominantes. Se le coloca en una situación que niegue de algún modo un rasgo vital. Se observa como resuelve el problema el personaje” Un relato para ilustrar este punto viene a mi mente: “Si todos los hombres fueran hermanos, ¿Dejarías que alguno se casara con tu hermana?”
(Ellison Harlan; Visiones peligrosa 3, Antología, Ediciones Orbis, Biblioteca de Ciencia Ficción 12, España 1986)
Nos muestra Sturgeon una variedad de mundos colonizados por los humanos; de todos ellos hay uno en especial, utópico a la vez que el resto de la civilización aparta a sus habitantes como parias; en este mundo se ha roto con todos los tabúes, incluso el mayor de ellos, el incesto.
La argumentación de Sturgeon al respecto es cuando menos coherente y mueve a uno hacia la duda razonable.
Por último mencionare la recomendación que me ha resultado más útil en el momento en que me inicie en la escritura:
“procura visualizar todo cuanto escribes. No escribas una sola palabra hasta que hayas imaginado toda la escena: la habitación, o los exteriores; los personajes, incluso los secundarios; los colores y formas, el tiempo, las ropas, los muebles, todo. Luego describe sólo aquello que se relacione con la acción; o no describas nada sino las acciones de tus personajes. Estos se comportaran de acuerdo con tu planteamiento, y el lector podrá reconstruir la escena completa con los fragmentos que le hayas dado. No importa que esta escena sea distinta de la tuya; en el marco de referencia del lector tendrá el mismo significado que la tuya tuvo para ti”. Ejemplo de este planteamiento: toda la obra de Theodore Sturgeon.
Es difícil reducir a palabras todo lo que significa y se admira de la obra de un gran escritor. En resumidas cuentas quiero decir que leer a Sturgeon es siempre todo un placer; buscarlo y encontrarlo en las numerosas antologías y revistas donde ha sido publicado siempre es gratificante. Si ustedes lo encuentran, no duden en leerlo, sin duda los enganchara, igual que a mi.

Novelas
Los cristales soñadores (The Dreaming Jewels or The Synthetic Man, 1950)
Más que humano (More Than Human, 1953)
The King and Four Queens (1956)
I, Libertine (1956, con el seudónimo "Frederick R. Ewing")
Violación cósmica (To Marry Medusa, también con el título The Cosmic Rape, 1958)
Venus más X (Venus Plus X, 1960)
Some of Your Blood (1961)
The Rare Breed (1966)
Viaje al fondo del mar (Voyage to the Bottom of the Sea. Novelización de la película del mismo nombre, basada en una versión preliminar del guión. 1961)
Cuerpodivino (Godbody, 1986) (póstuma)

Cuentos
El Soñador (Case and the Dreamer)
"El soñador"
"Si todos los hombres fueran hermanos ¿permitirias que alguno se casara con tu hermana?"
"Cuando se quiere, cuando se ama"
Caviar
"La claridad por una rendija" (Bright Segment, 1955)
"Un Dios Microscópico" (Microcosmic God, 1941)
"Fantasma por truco" (Ghost of a Chance, 1943)
"Prodigio" (Prodigy, 1949)
"Medusa" (Medusa, 1942)
"Chismosa" (Blabbermouth, 1947)
"Sombras chinescas" (Shadow, Shadow, on the Wall, 1951)
"Twink" (Twink, 1955)
La fuente del unicornio (E Pluribus Unicorn)
"La fuente del unicornio"
"El osito de felpa del profesor"
"Las manos de Bianca"
"Un plato de soledad"
"El mundo bien perdido"
"No era sicigia"
"La música"
"Cicatrices"
"Fluffy"
"Sexo opuesto"
"¡Muere, maestro, muere!"
"Compañero de celda"
"Una manera de pensar"
Las estrellas son la Estigia (The Stars Are the Styx)
"La historia de Tandy" («Tandy's Story» 1961)
"Regla de tres" («Rule of Three» 1951)
"La educación de Drusilla Strange" («The Education of Drusilla Strange» 1954)
"Granny no quiso coser" («Granny Won’t Knit», Novela Corta, 1954)
"Cuando sonríes" («When You’re Smiling» 1955)
"El claustrófobo" («The Claustrophile» 1956)
"El otro hombre" («The Other Man», Novela Corta, 1956)
"Las estrellas son la Estigia" («The Stars Are the Styx» 1950)
"El escalpelo de Ocam" («Occam’s Scalpel» 1971)
"Deslumbrado" («Dazed» 1971)
Las invasiones jubilosas (The joyous invasions)
"Las nupcias de la Medusa" («To Marry Medusa», Novela Corta, 1958)
"Los niños del apacible comediante" («The Comedian's Children» 1958)
"El (Cuisco), el (Cuasco) y el Boff" («The (Widget), the (Wadget), and Boff», Novela Corta, 1955)
Regreso (A Way Home)
"Unir para vencer" («Unite and Conquer» 1948)
"Aptitud especial" («Last Laugh (Special Aptitude)» 1951)
"El cohete de Mewhu" («Mewhu's Jet» 1946)
"Trío en un huracán" («Hurricane Trio» 1955)
"El hurkel es una bestia feliz" («The Hurkle Is a Happy Beast» 1949)
"El trueno y las rosas" («Thunder and Roses» 1947)
"Mamparo" («Who? (Bulkhead)» 1955)
"Tiny y el monstruo" («Tiny and the Monster» 1947)
"Regreso" («A Way Home» 1953)
Sturgeon en órbita (Sturgeon in Orbit) (Ninguna de las dos ediciones recoge el relato "Make Room for Me" perteneciente a la recopilación original.)
"Extrapolación" (Extrapolation, 1954)
"Los riesgos de la sinergía" (The Wages of Synergy, 1953)
"El corazón" (The Heart, 1955)
"Los íncubos del paralelo X" (The Incubi of Parallel X, 1951)
Nuevamente Sturgeon
"De aquí y el caballete" (To here and the Easel, 1954)
"Escultura lenta" (Slow Sculpture, 1970)
"¡Eres tú!" (It's you, 1969)
"Hay que cuidar a Joey" (Take Care of Joey, 1970)
"El cajón" (Crate, 1970)
"La muchacha que sabía lo que querían decir" (The Girl Who Knew They Meant, 1970)
"El punto débil de Jorry" (Jorry's Gap, 1969)
"¡No es nada!" (It Was Nothing Really!, 1969)
"Zapatos marrones" (Brownshoes, 1969)
"El tío Fremmis" (Uncle Fremmis, 1970)
"El esquema de Dorne" (The Patterns of Dorne, 1970)
"Suicidio" (Suicide, 1970)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Brillante recomendación,Luis. Mil gracias

Jorge Enrique Escalona

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